La Gerencia en el Aula de Clases
La Gerencia
La gerencia hoy en día es concebida como una actividad fundamental
en toda institución escolar como en toda actividad donde el ser
humano participe, y exista más de una persona, se necesita que
alguien planifique, coordine o dirija a ese grupo con el fin de que
todo esfuerzo mancomunado y toda esa energía tenga un sentido para
que se cumplan los objetivos propuestos y se logren alcanzar unos
fines y unas metas.
Durante mucho tiempo se entendía que la gestión de un director de plantel como la de un docente de aula se realizaba por solo empirismo, pidiendo consejo a otros docentes o a supervisores. Hoy día, la gerencia no es entendida de esa forma. Es un proceso complejo que abarca más allá del perímetro de los planteles. Hay que vincularla con la comunidad donde se circunscribe la institución, con sus fuerzas representativas, historia e idiosincrasia y con el medio ambiente que le rodea. Esto puede que genere un entorno agradable o no que surjan amenazas u oportunidades. Es aquí, donde el Director de la institución y el docente de aula deben actuar con todos sus conocimientos y experiencias para transformar desde su ámbito de trabajo a la escuela y a su comunidad.
Al respecto, González, Zabala y Fernández (2004) señalan que en
la “gerencia educativa el concepto de eficiencia es donde subyace
el logro de los objetivos con la menor inversión y esperando que
el producto: los estudiantes, representen un elemento óptimo al
ingresar al aparato productivo de la sociedad”. De aquí se deduce
que el verdadero gerente educativo es aquel que teniendo poco, en
cuanto a recursos, logra conseguir las metas que se ha
propuesto.
Es importante señalar que la necesidad de la gerencia surge,
como lo señala Villasmil (2006):
Cuando algunos individuos forman un grupo...tienen un objetivo,
se hace necesario, para el grupo, trabajar unidos a fin de
lograr dicho objetivo. Los integrantes del grupo deben
subordinar, hasta cierto punto, sus deseos individuales para
alcanzar las metas del grupo, y la gerencia debe proveer
liderato, dirección y coordinación de esfuerzos para la acción
del grupo (p.80).
En este orden de ideas, la gerencia aplicada a la instrucción y
por ser llevada por los dos actores fundamentales: docentes y
estudiantes, generalmente en un espacio muy particular,
corresponde a una muy específica, denominada gerencia de aula,
que Ruiz (1992, p.11) la señala como “un proceso de
planificación, organización, dirección y control de las
actividades de aprendizaje implícitos en un diseño curricular”.
También Pernalete (2005, p.11) señala que “el docente como
gerente de aula desarrolla una serie de aspectos, entre los más
específicos se puede mencionar los que están relacionados con la
administración del proceso de enseñanza y aprendizaje, que debe
poner en práctica.”
De acuerdo a lo anteriormente planteado, se infiere que el
docente se hace gerente en el espacio donde se desenvuelve en su
quehacer diario: el aula de clases. Es aquí donde, obviamente,
se generan las experiencias de interacción de los estudiantes
para lograr la construcción de los procesos de aprendizaje. De
ahí que, el docente en el aula se convierte en un efectivo
gerente en aspectos como: administrar el tiempo, elegir y
aplicar métodos y técnicas, manejo de recursos, toma de
decisiones, comunicación individual y grupal, planificación y
evaluación. Él debe amalgamar todas estas situaciones para
enfocarlas en función de formar a los estudiantes mediante una
educación de calidad.
Aunado a lo anteriormente expuesto, el aula se convierte en un
espacio para la interacción, comunicación y conocimiento entre
docente y los estudiantes en función de objetivos comunes. Así,
el gerente de aula debe actuar en función de permitir un
contexto organizacional adecuado, agradable y armonioso, para
que se logre generar el acto de aprendizaje. Es decir, para
lograr esa convivencia el docente debe cumplir roles como:
facilitador, orientador, mediador de experiencias, líder para la
toma de decisiones efectivas e incentivador de acciones
positivas. De este modo el docente, como gerente de aula, debe
superar las prácticas tradicionales en su quehacer pedagógico,
donde la enseñanza se ha convertido en un procedimiento mecánico
y tedioso.
Así mismo, la gerencia de aula no sólo puede interpretarse como
la conjunción de cuatro procesos, sino que también influye el
docente como el actor principal el cual debe actuar en forma
integral. Al respecto Rojas (2003) manifiesta que:
El docente tiene un rol primordial como gerente de aula, ser el
responsable directo de la gestión en el aula. Esto implica tener
las habilidades, para interaccionar con los alumnos, conocer y
saber aplicar métodos y estrategias en los procesos de
enseñanza, conocer las características de los alumnos, trabajar
en equipos e interactuar con los padres y representantes y con
la comunidad.”
También es de destacar, que la educación venezolana exige
urgentemente que los docentes cambien de paradigma en relación a
lo que se debe enseñar y lo que se debe aprender con respecto a
otra forma de dirigir su acción a través de actividades con los
estudiantes, en los que necesariamente exista interacción
estudiante-estudiante, estudiante-docente, estudiante-contenido.
En este particular, Méndez (2004 p.6) señala que “se necesita de
docentes que asuman el rol de estrategas, que vayan creando
situaciones de aprendizaje significativo, donde guíen el proceso
de construcción de aprendizaje.”
De acuerdo a lo expresado por el autor, necesariamente, el
docente debe asumir un rol de docente Facilitador-Mediador. Al
respecto el Ministerio de Educación (1997) a través del
Currículo Básico Nacional señala que el docente:
Será un facilitador al preparar ambientes de aprendizaje que
presente retos para los alumnos asumiendo una actitud ética al
tomarlo en cuenta como persona y que se esfuerza en su
actuación; será mediador al intervenir en la introducción de
información o al acompañarlos en la solución de conflictos o
problemas que se les presenten al enfrentar retos, al
seleccionar información y al motivar el intercambio. (p.65.)
De lo anteriormente expuesto, el docente como gerente de aula,
debe planificar su acción pedagógica desde la perspectiva del
docente facilitador-mediador. Por tanto, este docente tiene que
reunir condiciones especiales. En este particular Marcano (2006)
señala:
Un maestro es un ser que a través de sus experiencias inventa
técnicas para conducir a una verdad que debe ser interpretada,
enseñando nuevas formas de pensar, abriendo interrogantes a los
alumnos, que deben tomar el sinónimo de discípulos.
Él debe desenvolverse con encanto y estilo, logrando con ello,
del aula de clase, un espacio agradable, mágico. Una clase
compromete emoción por parte del docente, quien a través de su
discurso podrá sensibilizar al alumno para que el mensaje pueda
ser captado y descifrado. (s/p)
Es así que el docente como gerente y líder en aula, debe
promover ambientes de aprendizaje, por ser él quien es
responsable directo de la acción pedagógica. En este particular
Méndez (2004) fortalece esta idea:
El docente deberá promover ambientes de aprendizaje compartido,
donde los estudiantes se expresen e interactúen con los
compañeros. El docente mediador en el trabajo de grupo o
aprendizaje cooperativo, permiten que los alumnos piensen en voz
alta, así reconoce como aprenden y detecta dificultades; con la
mediación docente se desarrolla aprendizajes cognitivos, sino
también valores y actitudes, es decir desarrolla procesos
afectivos. (p. 17).
En este sentido el docente, promueve la búsqueda e implantación
de una escuela eficaz a través de una gerencia efectiva en la
clase. Es así, que se considera que la gerencia de aula se
enmarcaría en el paradigma participativo, o lo que es lo mismo,
en hacer coparticipes a los estudiantes de su proceso de
aprendizaje, donde exista una interrelación de igualdad y donde
lo ideal sea la negociación enfocada desde la premisa
ganar-ganar.
En este orden de ideas, al hablar de las funciones gerenciales
es necesario señalar a la gerencia como una disciplina académica
y considerarla como un proceso. Cuando la gerencia es vista como
un proceso, puede ser analizada y descrita en términos de varias
funciones fundamentales. Al discutir el proceso gerencial es
conveniente, y aun necesario, describir y estudiar cada función
del proceso separadamente. Como resultado, podría parecer que el
proceso gerencial es una serie de funciones separadas, cada una
de ellas encajadas ajustadamente en un comportamiento aparte.
Esto no es así aunque el proceso, para que pueda ser bien
entendido, deberá ser subdividido, y cada parte discutida
separadamente. En la práctica, un gerente puede ejecutar
simultáneamente, o al menos en forma continuada, todas o algunas
de las siguientes cuatro funciones:
La Planificación
En general, toda actividad que realice el ser humano
necesariamente tiene que ser planificada para lograr eficazmente
los objetivos propuestos. En el caso a que se hace referencia,
la gestión del docente en el aula, Ruiz (1992) señala que la
planificación:
Constituye un proceso de primordial importancia para el gerente
de la instrucción. Todos los actos que el docente practica para
enseñar deben ser producto de actividades planificadas y atender
al diseño curricular de la instrucción donde se desenvuelve.
Planificar la enseñanza es calcular lo que se hará en el futuro
desenvolvimiento del proceso de aprendizaje, procurando dominar
el curso de los acontecimientos que en forma natural ocurrirán.
Planificar significa tomar decisiones respecto a las
interrogantes que surjan al momento de analizar la situación en
que se desarrollará la actividad docente. (p.65).
De acuerdo a lo anteriormente señalado por el autor, se infiere
que el proceso de planificación llevado por el gerente de aula,
implica determinar los objetivos y metas que aspira alcanzar
durante el año escolar, tomando en cuenta los recursos humanos y
materiales; todo esto indica que se deben planificar actividades
en conjunto con los estudiantes, en lo que se refiere a las
actividades de clase y la evaluación de las mismas.
Es preciso señalar, que el docente tiene unas intenciones que
definen una meta hacia la que pretende conducir al estudiante.
Esto no quiere decir que el docente sabe a donde va a llegar el
estudiante pero si tiene que tener muy claro a donde lo quiere
llevar.
La Organización
Stoner y Freeman (1994, p.9) señalan que la organización “es un
proceso de disponer y destinar el trabajo, la autoridad y los
recursos entre los miembros de una organización en una forma tal
que puedan lograr los objetivos de la organización de manera
eficiente.” Con lo anteriormente señalado, la organización como
proceso gerencial administrativo en el ámbito educativo,
representa no solo la posibilidad de ordenar y clasificar todos
los elementos que el gerente de aula debe utilizar durante su
gestión, sino también la manera de preparar y manejar
información que contribuya al alcance de los objetivos, así como
también al mantenimiento de un clima organizacional óptimo para
un efectivo desenvolvimiento de las actividades a cumplirse.
La dirección
A diferencia de la planificación y la organización que se
ocupan de los aspectos más abstractos del proceso
administrativo, la dirección es una actividad muy concreta:
Requiere trabajar directamente con las personas, en este caso
con los estudiantes. Villasmil (2006), señala que esta función
gerencial:
Envuelve los conceptos de motivación, liderato, guía, estimulo
y actuación. A pesar de que cada uno de los términos tiene una
connotación diferente, todos ellos indican claramente que esta
función gerencial tiene que ver con los factores humanos de una
organización. Es como resultados de los esfuerzos de cada
miembro de una organización que ésta logra cumplir sus
propósitos, de ahí que dirigir la organización de manera que
alcancen sus objetivos en la forma más óptima posible, es una
función fundamental del proceso gerencial. (p.81)
Así pues, el docente como gerente de aula, debe crear la
atmósfera adecuada para contribuir a que los estudiantes den lo
mejor de sí. Para ello, es necesario que el docente, como lo
señala Marcano (2006, s/p) sea “un ser que a través de sus
experiencias, inventa técnicas para conducir una verdad que debe
ser interpretada, enseñando nuevas formas de pensar, abriendo
interrogantes en los alumnos”.
El control
Esta fase de la gerencia es importante, ya que el docente como
gerente de aula debe cerciorarse que las acciones de los
estudiantes y del suyo propio, en el aula de clases, lleven a la
obtención de las metas propuestas. Es así que Pernalete (2005,
p.18) señala que “en esta fase se hacen mediciones y
comparaciones con un patrón, que de lograrse, amerita una
retroalimentación de los insumos, durante o al final del
proceso”. Es aquí donde el desempeño docente debe poner de
manifiesto su capacidad para actuar con certeza en la toma de
decisiones, como una de las características que debe poseer para
desempeñar eficientemente en sus funciones.
También es importante señalar que la función de control es
ejercida continuamente y aunque relacionada con las funciones de
organización y dirección, está más íntimamente asociada con la
función de planeamiento. La acción correctiva del control da
lugar, a un replanteamiento de los planes, es por ello, que se
consideran ambas funciones como parte de un ciclo continuo de
planeamiento-control-planeamiento.
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