LA IMPORTANCIA DE UN SALUDO
Cuentan la historia de un empleado que trabajaba en una planta empacadora de carne. Un día, terminando el horario de trabajo, fue a uno de los refrigeradores para inspeccionar algo. Súbitamente se cerró la puerta con el seguro, quedó atrapado dentro del congelador. Golpeó fuertemente, empezó a gritar pero nadie lo escuchaba. La mayoría de los trabajadores se habían ido a sus casas, era casi imposible oírlo por el espesor que tenía esa puerta.
Llevaba cinco horas en el refrigerador casi al borde de la
muerte, cuando de repente ¡la puerta se abrió! Un guardia de seguridad
entró lo rescató. Después le preguntaron
al guardia: “Considerando que esta tarea no era parte de su rutina de trabajo,
¿cómo fue que se le ocurrió abrir justo esa puerta?”.
Entonces el hombre replicó;
- Llevo trabajando en esta empresa 35 años. Cientos de trabajadores
entran a la planta cada día, pero él es el único que me saluda en la mañana y
se despide de mí en las tardes. El resto de los trabajadores me tratan como si
o fuera invisible. Hoy me dijo “hola” a la entrada, pero nunca escuché el “hasta
luego”. O siempre espero por ese “hola, buenos días”, por ese “hasta mañana” cada tarde. Por ello,
al notar el paso de las horas saber que
todavía no se había despedido de mí, pensé que debía estar en algún lugar del
edificio. Por eso lo busqué lo
busqué, finalmente pude encontrarlo.
Comentario de los autores:
MI: Hemos oído hablar
de la escala tonal emocional, una especie de metáfora equivalente a la escala
musical. Esta nueva escala emocional va desde el desprecio a la adulación,
pasando por la indiferencia, el respeto, la calidez, el entusiasmo, etcétera. Se
dice que las personas contagiamos efectivamente a las demás con nuestro estado
de ánimo desde el mismo momento en que las saludamos.
JI: La vida cotidiana nos dice lo mismo; este fenómeno es muy
sugerente al ver entrar a los jefes. Algunos llegan en la mañana con la mirada
al piso el entrecejo arrugado. Escasamente
se dan cuenta de que se cruzan con otras personas, aun sus empleados, en el camino de su oficina. Al
entrar dan un portazo lo primero que
hacen es llamar a su secretaria por el intercomunicador. En el ambiente ha
quedado la sensación de “hoy va a llover por aquí”.
MI: Otros, en cambio, pasan sonriendo saludando por su
nombre a los que conoce, relajados entusiasmados.
Dejan a su paso una estela de buena energía
un mejor estado de ánimo para enfrentar las labores del día. Esto marca
una gran diferencia en lo que se llama el clima organizacional la moral de los empleados; todo este clima
que pueden ser frío o cálido, nada tiene que ver con la competencia o el
desempeño del ejecutivo, pero la productividad puede verse de inmediato
afectada en forma positiva o negativa en sus colaboradores.
Tomado de:
Tomado de: LA CULPA ES DE LA VACA PARA LÍDERES: Parábolas,
anécdotas reflexiones para cambiar al
mundo. Jaime Lopera Gutiérrez Marta Inés
Bernal Trujillo. Editorial Intermedia. Pág. 97-99.
Excelente me encanta muy aceptivas las lecturas reflexivas.
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