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Don Andrés Eloy Blanco: El Poeta del Pueblo

Don Andrés Eloy Blanco

Andrés Eloy Blanco

Más de un siglo ya ha transcurrido desde que naciera, el 6 de Agosto de 1896, en la noble y procera ciudad de Cumaná, el poeta del pueblo venezolano, Andrés Eloy Blanco, cuya obra profunda y amada por todos, es una de las expresiones mas altas y singulares del espíritu nacional de todos los tiempos.

Hijo del Doctor Luis Felipe Blanco, magnifico ejemplo de generosidad y de amor al prójimo, y de Doña Dolores Memo, dulce y católica dama, recibió de ellos la fuerza espiritual que daría curso en su talento maravilloso para que cada una de sus palabras, de sus obras y de sus realidades fueran características de hombre de bien, creador.


De Cumaná, antigua y eterna, aprendió Andrés Eloy a sentir el sol, la luz y la historia. El fue siempre un amante ejemplar de su tierra, de sus gentes, de sus tradiciones y de sus verdades. La amó tanto, que pudo haber dicho: nunca se separó de mi corazón, tal como lo dijera el otro hijo modelo de la tierra cumanesa Antonio José de Sucre, Gran Mariscal de Ayacucho.

Hogar del poeta donde siempre hubo de luchar por la justicia y la paz, dulce hogar que fue, como lo señala acertadamente Ricardo Montilla, "un templo para el cultivo del afecto familiar" y que formó su alma para lo eterno y lo grande; para lo hermosa, por decirlo con las palabras que ordenó en uno de sus versos.

Ya en 1913 se publican los primeros versos de Andrés Eloy, aunque desde los seis años andaba buscándole yuntas a las palabras para sus primeras versificaciones.

En 1914 ira a la cárcel por ser uno de los estudiantes que protestaron el cierre de la Universidad y en 1918 será el ganador de un torneo de poesía en Caracas con su poema Canto a la Espiga y al Arado.

Será abogado en 1920 y después de conocer a la verdadera Dona Bárbara ejerciendo la profesión en los llanos apureños, publica su primer libro de poemas en 1921: Tierras que me oyeron.

Dos años después, 1923, la Academia de la Lengua Española le otorga el premio del Certamen Hispano-Americano de Poesía celebrado en Santander, España, con su monumental Canto a España. Se afianza como poeta de dos mundos, interpretando primero que nadie el alma popular en sus poemas.

Será autor de piezas teatrales y nacen entre otras, El Cristo de las Violetas, El Pie de la Virgen, Abigail y Los Muertos las prefieren Negras.

En sus libros el alma venezolana se siente plenamente interpretada y cada uno de sus poemas se nos quedó en el alma para decimos las cosas en la forma que siempre quisimos decirlas. Fue interprete de su pueblo, de la grandeza propia de su pueblo y de su sencilla grandeza.

Cada época de la angustia venezolana contra los despotismos, -hasta que en un despotismo se nos murió- lo vió luchando, abierta y decididamente, superando los diarios dolores y las penas con sus palabras que era signos de los tiempos de la libertad y de la democracia.

Contra la tiranía de Juan Vicente Gómez en 1928, será huésped de las cárceles de La Rotunda, del Castillo de Puerto Cabello, de Timotes, de Valera, en las que, como cumpliendo con un rito milenario que llevaba en el alma, no dejó jamás de escribir. Nos entregó Baedeker 2000, Barco de Piedra, y Malvina recobrada. Nacerá Poda en 1934 y en 1935 La Aeroplana clueca.

Arrojará al mar los grillos del Castillo de Puerto Cabello en 1936 e iniciará la ejecución del magnifico y claro ideal político que representaba. Ingresará al Partido Democrático Nacional PDN, llegando a ser electo Concejal de Caracas, por ese Partido, y Presidente del Concejo Municipal en el que dio, con sus palabras y obras, una sólida y creadora lección de honestidad y civismo que no ha sido superada.

Ira al Congreso de la Republica y demostrará, en una de sus mas espectaculares actuaciones publicas, una profunda conciencia cívica, capaz de dejar escritas las pautas de la decencia nacional, de la creación sin limites, del amor a la República. Presidirá los destinos de la Asamblea Nacional Constituyente y cada una de sus palabras son un Manual de Amor a la Patria.

Fino humorista, impecable articulista, digno periodista, será electo Senador, pero llamado por el Presidente Rómulo Gallegos ejercerá el cargo de Canciller de Venezuela (Ministro de Relaciones Exteriores) hasta que, en la obscura emboscada del 24 de Noviembre de 1948, será preso y conducido al exilio en el que su voz se silenció para siempre en el frío suelo de una calle mexicana donde lo lanzó el vehiculo que, desgraciadamente, lo atropelló el 21 de Mayo de 1955.
En el duro caminar por tierras fraternas pero ajenas estuvo siempre acompañado del amor de la esposa y de los hijos. De Angelina lturbe (la que llamó Lilina, la que bautizó Giraluna) con la que se casó en 1944 y de sus dos hijos, Luis Felipe y Andrés Eloy. En ese breve pero inmenso grupo familiar depositó toda la inmensa ternura de los años finales de su vida de ejemplos.

Puso en su esposa "un amor que era del ancho del mundo" y con esa mágica fuerza que sólo da el verdadero cariño fue siempre leal, honesto y magnifico compañero.

En México se afianzan las reamanecidas al calor del hogar, con la paz que nace de la soñadora compañía de Lilina y del mundo de la ternura infantil que se resumía en sus hijos. De mas allá del Golfo mexicano, de la tierra querida y ausente venia la palabra de las hermanas. Era la patria que llegaba.

Pasan los días difíciles de la enfermedad y la vida, limitada, encerrada en la distancia lo mantiene y lo proyecta.

El amor y el exilio se ligaban en sus palabras. Se le amontonaban las miradas escrutando la noche del regreso. Nunca llegó ese viaje de vuelta a Venezuela. Los días se sucedían y la dictadura hundía mas sus garras en el alma del país. Para el poeta el exilio fue la mas dura de las penas. En el, en su capacidad creativa, el recordar los países lejanos, el sentir cada tarde la ausencia de sus calles, sus campos, sus compañeros, sus escuelas, sus niños, era muy doloroso.

Los años fueron pasando y el poeta maduraba en plenitud de fiebres y de sueños. Sus versos adquirían el soplo definitivo de la grandeza y de la inmortalidad.

En sus palabras, rezadas al oído de los vientos, persistía la fe de siempre en la democracia y en la libertad. Nada quebraba su ejemplo porque siempre fue, es y será una limpia superficie sobre la cual mirarnos los hombres y mujeres de cualquier tiempo venezolano y de la que aprenderemos siempre la mejor lección de decencia, honestidad y hombría de bien. Cien años después de su primer día en la ciudad de Cumana, hoy como siempre, será la voz que inspira hermosas alegrías al pueblo venezolano. Eso basta para su inmortalidad. Eso basta.

Hoy hace más de cien años que nació y aún persiste, como una breve e intensa llama viva elevada sobre los campos y las olas del mar, sobre el país, en los ojos de los que sufrimos soñando en una gran patria feliz. Siempre estará así, eternamente nuestro y cuando pasen los siglos, los hombres de aquel tiempo murmuraran sus versos como un regalo que Dios hizo a los pueblos a través de la voz inmortal de Andrés Eloy Blanco.

El Instituto Postal Telegráfico de Venezuela, IPOSTEL, se asocia al júbilo que el país vive por la conmemoración del centenario del natalicio del ilustre venezolano Andrés Eloy Blanco, figura señera, bautizado en feliz acierto el poeta del pueblo, quien desde temprana edad iluminara con esplendida gloria las letras y las artes del suelo patrio proyectando el aura de su triunfo, que es nuestro triunfo, mas allá de nuestros mares. Para ello, en un justo reconocimiento de honor, emite en una serie de diez sellos postales, bordeados con sus inolvidables poemas, las facetas mas resaltantes de la vida de tan ilustre compatriota. 

El artículo anterior fue tomado de:
http://www.estampillasvenezolanas.com/Resenas/199701.asp

============ARTÍCULO 2==========

09.09.2011 05:20 AM Fue pues en 1896 cuando la ilustre ciudad de Cumaná, cuna de grandes ciudadanos, vio nacer al insigne poeta, humorista, orador, periodista, ejemplo de civilidad.

José Félix Díaz Bermúdez

En distintos libros, estudios e inclusive publicaciones oficiales como aquella importante recopilación de sus Obras Completas editadas por el Congreso Nacional en el año 1973, se ha señalado erróneamente como año de nacimiento del gran poeta Andrés Eloy Blanco el de 1897, siendo lo correcto el año 1896 (06 de agosto).

En tal afirmación se ha incurrido reiteradamente y se hace necesario que rectifiquemos para que no exista duda al respecto. En tal sentido, uno de sus principales biógrafos, el escritor Alfonso Ramírez, en su ensayo: “Biografía de Andrés Eloy Blanco y Memoria de su Época” así lo señala, citando la propia partida de nacimiento; igualmente me lo ha referido el apreciado historiador sucrense José Miguel Salas. Fue pues en 1896 cuando la ilustre ciudad de Cumaná, cuna de grandes ciudadanos, vio nacer al insigne poeta, humorista, orador, periodista, ejemplo de civilidad, hombre de celebrado ingenio, valuarte de la dignidad y de la democracia, de señaladas virtudes patrióticas, intelectuales y humanísticas para quien la vida representó, como el mismo lo testimonió: “…desvivirse por lo justo y lo bello”.

En ocasión al traslado de sus restos al Panteón Nacional en 1981 -acto al que acudimos con profundo recogimiento y amor patrio y sentida admiración por la vida y obra del poeta-, escribimos un artículo publicado entonces por “El Universal” denominado “Andrés Eloy a la Gloria”, y fuimos testigos del respeto y fervor popular que se manifestó ese inolvidable día por las calles de Caracas, desde el Capitolio hasta el propio Panteón en su homenaje.

De la misma manera, un entrañable amigo, diputado en la Asamblea Nacional Constituyente del año 1947, el Dr. Bernardo Rodríguez Llamozas, en muchas ocasiones compartió con mi persona sus recuerdos sobre aquellas difíciles reuniones en las cuales brilló siempre la sabiduría, la afabilidad, el ingenio y la ecuanimidad de Andrés Eloy Blanco, y que fue determinante para la elaboración de la Constitución de 1947, instrumento político y jurídico que abrió los cauces democráticos e institucionales del país.

El talento oratorio de Andrés Eloy destacó con frecuencia en todos los ámbitos, en la tribuna parlamentaria, en la plaza pública y en la amenísima y vivaz conversación que constituyó uno de sus grandes dones y que le ubican, sin duda en nuestro concepto, como uno de los más altos tribunos de Venezuela del siglo XX, seguido por el intelectual Eloy G. González. Su inolvidable viuda Doña Lilina, me comentaba una vez que cuando se organizaban los actos políticos, muchas veces exigían los partidarios para enviar los pasajes la presencia de Andrés Eloy.

En una oportunidad su hijo Luis Felipe me refería varios ejemplos de la notable capacidad oratoria de su padre, y me aportaba ejemplos de momentos estelares en los cuales se puso en evidencia tan elevada cualidad, entre ellos cuando el presidente Medina en el curso de una gira por varios países bolivarianos en 1943, llevó al poeta entre su comitiva y a Andrés Eloy le correspondió contestar de manera admirable el discurso que entonces pronunció el académico y político colombiano Luis López de Mesa. Igualmente, otra de las más altas piezas oratorias de Andrés Eloy, fue el discurso que pronunció en México en ocasión a la inauguración de la estatua de Bolívar en esa ciudad, uno de los discursos más significativos escuchado en tierras aztecas en muchos años.

Por otra parte, Doña Lilina me refirió también una extraordinaria anécdota de Andrés Eloy ubicada en la época en la que fue Canciller. Intentaba rodear a Andrés Eloy las formalidades, el ceremonialismo y el esteticismo propio del protocolo diplomático, y en un momento en el que nuestro poeta salió de su oficina en la Cancillería para dirigirse a la Plaza Bolívar, un grupo de personas se le acercó para saludarlo con expresiones de afecto y llamándolo por su nombre. Un diplomático peruano que lo acompañaba, sorprendido por el hecho de que el pueblo se dirigiera al poeta en esa forma, le expresó: “Deberían llamarle Dr. Blanco…”, a lo cual le respondió el ilustre cumanés: “Dr. Blanco hay muchos, pero Andrés Eloy soy yo”. Buena lección de este gran hombre a tanto individuo fatuo y engreído que existe que por detentar un cierto rango momentáneo se hacen inaccesibles y se consideran indispensables para el país, al que no saben servir con humildad, aceptando  y propiciando el trato servil de algunos.

En mi poder se encuentran dos inapreciables documentos que conservo para la historia de la patria, unos poderes de Andrés Eloy Blanco otorgados en circunstancias políticas y personales adversas: uno con fecha 9 de diciembre de 1948, mediante el cual nombraba como apoderado suyo a señor Luis Roche, entonces domiciliado en la ciudad de Buenos Aires, para que el mismo lo representara: “en todo lo referente a los haberes que me puedan corresponder por concepto de derechos de autor intelectual, ya en lo relativo a mis obras o escritos literarios o políticos y en lo que atañe a la letra de canciones  en otras producciones de que yo sea autor, cobrando en mi nombre las sumas que me hayan correspondido por concepto de grabaciones, exhibiciones, traducciones y demás manifestaciones en que figuren obras producidas por mí…”, existentes en Argentina y en Uruguay; el otro de la misma fecha a favor de su esposa doña Lilina (Angelina Iturbe de Blanco) y a su hermana Rosario Blanco para: “…administrar mis bienes muebles e inmuebles, recibir el precio de las operaciones de venta, hipotecar, recibir el valor de las hipotecas, cancelar hipotecas, recibir cantidades que me adeuden, otorgando los recibos correspondientes …”, entre otras facultades. Había sorprendido al poeta en Francia donde se encontraba en cumplimiento de su tarea diplomática como canciller de Venezuela, el alevoso golpe militar contra el Presidente Gallegos.

Nuevamente el poeta dio muestra particular de su austeridad y corrección: disponía  únicamente de sus propiedades inmobiliarias en Venezuela y sus derechos intelectuales como autor de sus obras literarias, y no de dinero mal habido como tantos otros indignos usufructuarios del poder con que el pueblo les enviste.

Tales son episodios de una vida ejemplar… A escasos días de su muerte en México, Andrés Eloy publicó su libro: “Giraluna”, canto admirable para su insospechada despedida, y le entregaron 150 ejemplares especiales para ofrecer a sus amigos en un acto que Luis Felipe recordaba haberse realizado en su casa. Un hermoso libro en cuero marrón y letras doradas, con ilustraciones realizadas por Elvira Gascón. El ejemplar que conservo con especial celo, fue dedicado por Andrés Eloy al destacado músico Gilberto Mejías Palazzi en fecha 6 de mayo de 1955, sin imaginar su próximo final en un insólito accidente de tránsito, cuando tanto se esperaba de él para la recuperación moral de su patria, la reconquista de sus libertades democráticas, la vindicación irrenunciable de los derechos de su pueblo.

Tomado de: http://eltiempo.com.ve/opinion/otras-voces/anecdotas-y-recuerdos-sobre-andres-eloy-blanco/31437
Anécdotas y recuerdos sobre Andrés Eloy Blanco

Resumen:
Gracias a su triple y excelsa condición de poeta, orador y humorista, Andrés Eloy Blanco logró proyectarse con amplitud en Venezuela y ocupó el primer plano en la cultura del país.
Andrés Eloy (como se le conoció popularmente) tan inmerso en su obra literaria y en la actividad política, que todos sus pasos están signados con esos caracteres.
1913 Publica por primera vez algunos versos en "El Universal"
1914 Sufre la primera prisión por participar en manifestaciones estudiantiles.
1916 Obtiene el Primer Premio con su "Capito a la Espiga y al Arado " en el certamen de los Juegos Florales celebrados en Caracas.
1918 Cae nuevamente preso por participar en manifestaciones estudiantiles. Publica "El Huerto de la Epopeya
1921 Entra en circulación la obra "Tierras que me oyeron"
1923 Obtiene con su poema "Canto a España " el Primer Premio de la Real Academia Española en el Certamen Hispanoamericano, celebrado en Madrid.
1924 Aparece "El Amor no fue a los toros".
1928 Preso en La Rotunda de Caracas, en el Castillo de Puerto Cabello y en la cárcel de esa ciudad.
1932 Es confinado a Timotes (estado Mérida) luego a Valera (estado Trujillo)
1934 Publica "Poda" (Saldo de Poemas, 1993 - 1928)
1937 Es electo Conejal por la Parroquia Sucre. Se editan sus libros "Abigail" y "Malvina Recobrada".
1938 Publica "Baedeker 2.000"
1939 Es electo Diputado al Congreso Nacional.
1941 Es uno de los fundadores de "El Morrocoy Azul"
1943 Contrae matrimonio con Liliana Iturbe. De esta unión nacerán dos hijos: Luis Felipe y Andrés Eloy.
1943 a1944 Escribe columnas diarias en la prensa de Caracas.
1946 Es nombrado presidente de la Asamblea Nacional Constituyente.
1947 Publica "Vargas, el albacea de la angustia "
1948 Es elegido Senador. Es nombrado Ministro de Relaciones Exteriores.
1948 nace vida de exilado en Cuba y México hasta su muerte.
1955 Muere en un accidente automovilístico el 21 de mayo.

1 comentario:

  1. Es un honor que mi institución tenga el epónimo de tan insigne poeta: Don Andrés Eloy Blanco.

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